Los estiramientos se definen como el alargamiento del músculo más allá de su posición de reposo. Su finalidad en la fisioterapia consiste en revertir el efecto contracturante del punto gatillo, causante del dolor muscular. Esto lo conseguimos adquiriendo una determinada posición que viene definida por la localización y recorrido de la musculatura.
Un músculo en su funcionamiento normal se contrae acortando sus fibras para generar un movimiento. Si este mecanismo de contracción se vuelve patológico, genera una contractura.
Una forma de aliviar esa contractura es generar un estiramiento específico sobre las fibras acortadas que están causando dolor. Esto produce un efecto relajante sobre los tejidos que están trabajando en exceso.